lunes, 12 de agosto de 2013

Hagámonos como niños con mente limpia, prontos a perdonar, sin rencor dibujando una sonrisa en nuestros labios, agradecidos con nuestro padre celestial de todas sus bondades, dispuestos a obedecer incondicionalmente sus mandatos.Ciertamente nos es necesario nacer de nuevo para entrar al reino de los cielos.


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