viernes, 23 de agosto de 2013

APRENDED DE MI, QUE SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZON MATEO 11: 29. Dejemos toda vanidad, altivez y soberbia, aprendamos del Cordero de Dios, que siendo el hijo del Altísimo vino a este mundo con mucha humildad, mansedumbre y obediencia al padre, para darnos el ejemplo y de esa manera redimirnos con su sacrificio para salvación de nuestras almas. Perdonemos a los que nos ofenden, no paguemos mal por mal, seamos imitadores de Jesucristo varón santo y perfecto.


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