sábado, 24 de agosto de 2013

Enojarse es un sentimiento de naturaleza humana, que no podemos evitar, recordemos que también nuestro señor Jesucristo se enfadó en algunas ocasiones, mas sin embargo no peco y resistió al diablo. Hagamos como nuestro salvador, no demos lugar al diablo ni ofendamos con insultos o palabras hirientes a nuestro prójimo, ya que toda la ley de Dios se resume en amarlo a el y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario