domingo, 1 de septiembre de 2013

Este mundo solo puede ofrecernos cosas materiales tales como dinero, fama, éxito, placeres y distracciones las cuales son alimento para nuestra naturaleza humana; pero recordemos que también contamos con un alma, la cual no podemos descuidar ni mucho menos perderla como lo dice la escritura. Antes de alimentar nuestra parte humana debemos alimentar nuestro espíritu con la palabra de Dios, orando en todo tiempo para hacer frente a las acechanzas del enemigo, y de esta manera cuidar nuestra alma del castigo eterno que esta preparado para el diablo y sus seguidores. Sigamos a Jesucristo quien nos garantiza vida en abundancia por toda la eternidad.


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